Arabia Saudita ha impuesto una nueva ley que obliga a cualquier ciudadano que quiera publicar un nuevo sitio de internet (por ejemplo, blogs) a obtener una licencia gubernamental. Según Fast Company, la medida ha entrado en vigor este mes de enero y es más dura que los borradores que se conocieron el año pasado. La licencia emitida por el Ministerio de Cultura tiene una vigencia de tres años y el solicitante ha de tener más de 20 años, ser ciudadano de aquel país, acreditar buena conducta y un mínimo grado de escolarización. Esta medida afecta seriamente al 31% de residentes en aquel país que carecen de la ciudadanía. La ley recomienda a cualquier internauta, nacional o no, que quiere tener una actividad en internet a registrarse ante el Ministerio de Cultura.
Grupos de derechos humanos han criticado estas medidas censoras. Christoph Wilcke, investigador en el Medio Oriente para Human Rights Watch asegura que «lo que el reino necesita es una protección legal para la libertad de expresión sin condiciones, licencias o registros».
Quien tenga una actividad en internet sin licencia puede ser multado hasta con 100.000 riyales (unos 20.000 euros) y verá prohibida cualquier actividad futura en la red.
La ley exige que las publicaciones digitales incluyan una «llamada a la religión del islam», no violen las leyes islámicas ni pongan en peligro la seguridad nacional. De hecho, las publicaciones en internet se asimilan a las que utilizan otro soporte, como el papel, y los creadores de nuevos sitios deberán notificar la compañía que lo alberga, lo que facilitará el bloqueo por partes de las autoridades.
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