Ni en sus mejores tiempos, cuando era líder mundial indiscutible, Nokia consiguió ser número uno en Estados Unidos. Ahora vive sus peores momentos. Este miércoles a las diez de la mañana en Nueva York intentará presentarse como una alternativa a los dos sistemas operativos que mandan en el mercado: el todopoderoso iOS de Apple, que equipa sus iPhone, y Android, modulable y cada vez más refinado de los móviles de Google. Lo hace, justo, una semana antes de la cita de Apple en la que mostrará el iPhone 5.
A pesar de la rumorología, leve comparada con la que genera la applemanía, no se espera que Nokia presente tableta alguna. Algo que sí hace, cada vez con más éxito sus competidores. Nokia se centra en los teléfonos y estrenará Windows Phone 8, el sistema operativo de Microsoft. La presentación del exgigante finlandés, que ha preferido presentar sus novedades en Estados Unidos, no es una más. La hace en un escenario dramático, en el que Nokia poco tiene que decir. En un año su cuota de mercado en teléfonos móviles ha caído del 22,8% al 19,9%, sin embargo sus problemas están entre los smartphones, pues mientras la venta de terminales cae un 2,3% en un año, la de los teléfonos móviles inteligentes ha subido un 42%. El 36% de todos los teléfonos móviles que se han vendido en el último año son smartphones, y ahí Nokia no pinta nada. Su sistema operativo Symbian ha caído del 22% al 5,9%, porque hace casi dos años decidió abandonarlo para pasarse a Windows, que tampoco tenía nada que decir. Por eso es tan importante la presentación de hoy: para Nokia y para Microsoft. Los nuevos teléfonos móviles Lumia con Windows 8 deben ser un balón de oxígeno para ambos ante el empuje de Android e iOSi.
El pasado jueves, en Berlín, Samsung, el fabricante de moda, desvelaba su apuesta para el último tramo del año. Combinaba una segunda versión del Note, innovador por incluir un puntero táctil con bastantes posibilidades creativas, con varios terminales con este sistema operativo. Lo importante para Nokia era ocupar ese lugar de privilegio y ser el primero en presumir de alianza con Microsoft. A su favor cuenta con que apenas se pudo probar ninguno de estos teléfonos en IFA, que cierra hoy sus puertas, y la firma finlandesa sí promete a los asistentes tocar una y otra vez para explorar sensaciones.
Entre los signos de distinción de este sistema operativo está una interfaz clara, que aprovecha con acierto toda la superficie de la pantalla y una simplicidad de uso digna de elogio. Seguramente no sea la primera opción para quien ya tenga un teléfono móvil avanzado, pero sí consigue agradar a los que dan sus primeros pasos y valoran su tiempo.
Sus modelos actuales, entre los que destacan los modelos Lumia 800 y Lumia 900 podrán actualizarse a una versión intermedia. Los que se presentarán, salvo sorpresa, son los modelos 820 y 920. El segundo, según The Verge, tendrá cámara de 41 megapíxeles, algo que hasta ahora solo habían conseguido que funcionase con Symbian, el software de sus viejos aparatos. Pero Nokia no tiene que hacer excentricidades, sino ganarse al público fiel que hasta la aparición del iPhone tuvo.
Fuente: El País.