En silencio y sin avisar pero con decisión firme, Microsoft comienza a jubilar Windows 7. El periodo de gracia no ha sido tan dilatado como con Windows XP, que dejará de tener soporte definitivo el 8 de abril de 2014 después de 13 años en activo. La intención del gigante de Redmond es impulsar la última versión, Windows 8.1, compatible tanto con computadores como con tabletas, y así plantar cara a Android e iOS tanto en entorno táctil como profesional.
Windows 7, nacido en octubre de 2009, dejó de venderse el pasado 30 de octubre como un producto independiente. En esa misma fecha pero de 2014 dejará de ofrecerse instalado en computadores. Solo un día después dejará de venderse de manera independiente Windows 8, aunque no hay fecha para hacerlo instalado. En este último caso no hay gran problema porque la actualización a la versión posterior es sencilla y casi automática.
A pesar de que puede parecer un periodo de tiempo bastante corto, cumple el ciclo habitual de Microsoft. De hecho, Windows Vista también tuvo una vigencia de tres años, entre enero de 2007 y octubre de 2010. Al igual que Windows 7.
Microsoft, a través de The Next Web, ha pedido disculpas por la confusión generada y deja abierta la posibilidad de alargar el ciclo de venta de computadores con Windows 7 preinstalado, pero no como software en sí bajo ninguna circunstancia.
Windows 8 tiene una cuota de mercado del 6,6%, mientras que 8,1 se conforma con el 2,64%. Windows XP, con más de dos lustros a sus espaldas, mantiene más del 30% según Net Applications.
Fuente: El País.