Apuntar y comprar, ese sería el mundo ideal de Amazon para conquistar la venta en el mundo real. Si las tiendas físicas ya expresaban su malestar por la cantidad de clientes que van solo a comprobar cuál es su talla o cómo funciona un producto de su interés para después comprarlo a través de Internet, la llegada de Dash va a incidir en esta guerra.
La apariencia recuerda a detectores de metales de mano que se suelen usar en los controles de seguridad. En la práctica, la barra, con un asa en la parte inferior, cuenta con un micrófono y un escáner de código de barras. Se conecta a través de wifi a Amazon para hacer pedidos.
Cuenta con tecnología de reconocimiento de voz para buscar dentro del catálogo el producto deseado. El escaner detecta tanto la foto del objeto que debe buscar, como los códigos de barras. Sirve para, por ejemplo, encargar otro envase de jugo que se tiene en la nevera y está a punto de terminarse.
Una vez hecha la lista de la compra, se puede confirmar o modificar el pedido tanto a través del computador como de una aplicación móvil. Por ahora solo funciona con invitación.
La venta de productos perecederos es el último reto asumido por Amazon a través de Fresh, con reparto en el mismo día del encargo pero con espacio de reparto limitado a Seattle, el sur de California y San Francisco y alrededores.
Fuente: El País.