Hace unos años, una de las formas de entretener a un niño era prenderle la tele y que viera sus programas favoritos. Hoy, las tabletas y los celulares, sumado a las plataformas de contenido bajo demanda, hicieron que esto sea más fácil: ahora los chicos pueden ver a sus personajes favoritos cuando y donde quieran.
Sin embargo, esta facilidad de acceso al contenido trae consigo una contra. Si antes se podía confiar en que el contenido iba a ser seguro, gracias al horario de protección al menor, en Internet no hay resguardo. En las plataformas de video con contenido bajo demanda, como YouTube, los niños están expuestos a publicidades y a videos relacionados que no necesariamente son acorde a su edad.
Con este problema en mente, el desarrollador e inversor James Hong ideó una aplicación que permite a los padres filtrar el contenido de YouTube para que sea apto para sus hijos, llamada Cakey Village, la cual brinda una interfaz simple para que los chicos puedan ver videos de YouTube que fueron previamente aprobados por sus padres o por otros adultos. Tiene una versión para iPhone, otra para Android en desarrollo y un sitio Web desde el que se gestiona el contenido.
Esta aplicación funciona de forma colaborativa; los propios usuarios van creando listas de reproducción temáticas con videos previamente aprobados y los van compartiendo con los demás padres para que éstos puedan ahorrar el tiempo de filtrar el contenido. Así es que hay desde listas de reproducción con videos con clases de matemáticas de quinto grado, hasta compilados de videos del popular juego Minecraft. Además de filtros temáticos, la aplicación permite elegir listas de reproducción por idioma (hay en español) y por edad, cada compilación tiene una llamada con la edad sugerida del público.
Según explica Hong en un post en su blog, esta aplicación no persigue ningún fin comercial, por ello no tiene costo ni publicidades. «Desarrollé esta aplicación porque soy un padre que se preocupa por sus chicos. Si Village se hace popular y los costos de mantenerla crecen, buscaré cómo solventar los gastos de forma respetuosa, haciendo mejor la aplicación para que sólo impacte de forma positiva sobre los niños», explica Hong, quién, paradójicamente, hizo parte de su fortuna desarrollando el sitio Hot or Not y vendérsela a la empresa Avid Life Media en 2008.
Fuente: La Nación.