El Apple Watch ha sido recibido más con fría decepción que con franca emoción. Sus características técnicas y su precio elevaron voces de apatía y un respaldo minoritario. El siguiente análisis reúne los sentires de varios expertos de tecnología con respecto al futuro de este dispositivo:
1. Apple debe convencer al público de que el Apple Watch es más que un reloj
“Apple ha sido exitoso creando nuevas categorías de producto, pero su maquinaria no ha sido infalible; han fracasado antes. Cabe recordar al asistente personal Newton, lanzado en 1993. Era innovador, pero no vendió porque no convencieron a los consumidores de su utilidad, de su valor”, reflexionó Dennis Yu, exempleado de Yahoo y consultor de Facebook.
“El desafío de Apple es convencer a los usuarios de que su reloj es más que un reloj. Si no lo logran, fracasarán. Esto incluso a pesar de que su situación actual es diferente a la de principios de los noventa”, sentenció.
Las palabras de Yu son replicadas por otros expertos. El reloj despertó una suerte de euforia inicial, pero una vez se revelaron los precios y las especificaciones finales, un porcentaje de los usuarios se manifestó entre sorprendido e indignado. La versión menos costosa del reloj (la Sport) es casi tan cara como algunos teléfonos de gama alta. La gama más alta, rotulada como “Edition”, cuesta entre 10.000 y 17.000 dólares.
2. Su precio
El elevado valor del Apple Watch Edition ha sido objeto de sulfuradas críticas y ácidas burlas. “Es un reloj de 10.000 dólares con un procesador que se descontinuará; con una batería que dura 18 horas y que perderá capacidad de carga con el tiempo. Es un reloj de oro cuya electrónica estará desfasada en un año, piensen en eso un minuto”, expresó John Freddy Vega, experto en tecnología y cofundador de Platzi en su cuenta de Twitter.
“Hasta ayer tenía ganas de comprarlo. Su precio, sus limitaciones y otros factores me hicieron desistir”, confesó el periodista especializado en videojuegos Alejandro Cifuentes.
Dennis Yu explica que la decisión de Apple de no usar los datos de sus usuarios para implementar un modelo de publicidad personalizada, como la usada en Facebook o Google, hace que deban apelar a precios altos para incrementar su margen de ganancias. “Si no logras incrementar tus arcas con anuncios, debes hacerlo soportado en el producto. Les ha funcionado hasta ahora, pero ¿funcionará con el reloj? La relación costo-beneficio no es tan evidente”, cuestiona.
Llama la atención que el reloj llegará más caro a China que a los otros países. Si en Estados Unidos la versión más costosa se cotiza en 17.000 dólares, en el dragón asiático se venderá en 23.000 dólares. El modelo deportivo llegará a 479 dólares contra los 349 que costará en Occidente.
Reuters entrevistó a un ciudadano de China, quien expresó su inconformidad. “Es casi imposible enviar mensajes por WeChat al mirar una pantalla tan pequeña”, dijo Huang Hongwen, de 46 años, en Shanghái, agregando sobre la edición de lujo que “en vez de eso, compraría un reloj de lujo tradicional por el mismo precio”.
3. ¿Despertará suficiente interés en los desarrolladores de ‘apps’?
Por el momento, el catálogo de ‘apps’ es reducido. Marcus Wolsen, columnista de ‘Wired‘, cuestiona si es posible generar suficiente interés en los desarrolladores para que la oferta se expanda.
“El reloj no es una plataforma cuyo uso se prolongue por periodos extensos de tiempo. No vas a abrir una ‘app’ en el Watch para utilizarla por minutos. Watch está pensado para ejecutar acciones concretas y rápidas. Eso es útil para la gente ?agiliza los procesos?, pero es difícil de monetizar. Si ubicar publicidad en un teléfono de pantalla pequeña es complejo, en una de 1,4 pulgadas es aún peor”.
Apple sugiere que las interacciones con el Apple Watch no tomen más de 10 segundos. Ello limita aún más las posibilidades de monetizar, según el experto.
Para Wolsen, los relojes imponen un reto para los desarrolladores y para el ecosistema de negocio de las aplicaciones: simplificar la utilidad de las ‘apps’ al máximo, volverlas más puras. “Las interacciones que planteen deben ser suficientemente mágicas para llevarnos a pagar”, dice.
4. La competencia es fuerte
“Es la primera vez que veo que un dispositivo de Apple es peor que uno que ya existía en la competencia. El Moto 360 luce mejor que el Apple Watch”, expresó Freddy Vega.
Para algunos usuarios, el reloj de Apple no cautiva. No solo resulta poco convincente en lo estético para algunos, sino que tampoco es tan fácil de usar como cabría esperar de la marca. Seth Fiegerman, columnista de ‘Mashable‘, contó con la oportunidad de probarlo y su dinámica de uso le resultó confusa.
Lo cierto es que el mercado de Android cuenta con varias propuestas con loables fortalezas. El Moto 360, el LG G Watch R, el LG Urbane y el Huawei Watch cuentan con líneas de diseño que evocan los relojes tradicionales. Algunas bandas inteligentes ofrecen las mismas funciones de la mayoría de relojes por un precio mucho menor. Son muy populares las Jawbone y las Fitbit.
Sin embargo…
5. A pesar de lo anterior, el Apple Watch tiene opciones de ser un éxito. Vega considera que la gama de precios ofrecida es una estrategia para impulsar las ventas. “La versión más cara lleva a percibir el de 1.000 como un producto de precio razonable y lleva a ver el de 350 como ‘barato’”.
Para el experto, el Apple Watch incentivará la compra de iPhone. “Si logra cautivar usuarios, hará que mucha gente que cambió a Android, vuelva a iOS (el sistema operativo de la casa de la manzana)”.
Jesse Stay, un entusiasta de la tecnología y profesor de la Universidad de Negocios LDS, considera que el Apple Watch tendrá éxito porque sí incrementa la productividad. “No tener que sacar el teléfono del bolsillo es una ventaja. Los dispositivos de las otras marcas logran su cometido, pero es difícil que igualen la integración presente en el ecosistema de iOS”, manifiesta.
Seth Fiegerman recuerda que el iPhone se lanzó sin tienda de aplicaciones y su precio fue muy alto para los estándares de la época. “Y aun así, se vendió”.
La firma de análisis Deloitte prevé que será un éxito en el público especializado, pero que su masificación no se dará en el corto plazo. Se prevé una popularización moderada.
Fuente: El Tiempo.