Teo es un niño de cuatro años curioso de lo que ocurre a su alrededor. Le gusta visitar el mercado de frutas y está constantemente invitando a sus amigos a ir a su casa.
En el trayecto de un lugar a otro, Teo, además, explica cómo comportarse en cada lugar: en la calle es sumamente importante notar qué color tienen los semáforos y en la casa es necesario mantener cierto orden en la pieza.
Sus consejos forman parte de El mundo de Teo, una aplicación móvil en español (gratuita para iOS y Android) enfocada en niños desde tres años. Mediante juegos como pasar una esponja por el cuerpo sucio del personaje o escoger su ropa, el programa busca ayudar a formar hábitos de higiene y cuidado entre los más chicos.
“Como todo, una exposición prolongada y excesiva a la tecnología puede ser perjudicial, pero si se la usa en la medida justa, puede ayudar a los niños a desarrollar algunas habilidades con las que presenten más dificultades”, dice Trinidad Castro, miembro del área de Innovación de la Fundación Educacional Oportunidad, institución chilena enfocada en educación inicial.
Ella misma recomienda algunas aplicaciones que cree útiles a la hora de fomentar las tareas diarias.
Mientras que los niños de 2 a 3 años pueden aprender a lavarse los dientes con Icky’s Toothbrush Playtime (gratuita en todo sistema), la idea de Shower Playtime (gratis) es incentivar que quieran bañarse.
Aunque están en inglés, al estar dirigidas a preescolares privilegian imágenes, por lo que no es difícil entenderlas. Por ejemplo, se pide seguir un ritmo con la mano para lavar unos dientes en la pantalla.
Para enseñar a comer mejor, una sugerencia de Trinidad Castro es El restaurante del Dr. Panda (3 dólares en su versión completa, gratis con funciones parciales), donde se enseña a escoger platos sanos a través de personajes en forma de animales.
Con la idea de la comida saludable en mente, Carolina Concha, especialista en Tecnologías de la Información y Comunicación de la Facultad de Educación de la Universidad Mayor, recomienda Diana come sano. La aplicación –gratuita en tiendas Google Play y App Store– refuerza este mensaje a través de rompecabezas, dibujos para colorear y juegos de arrastre, entre otros. “Utilizar este tipo de aplicaciones brinda acceso a nuevas oportunidades de educación a través de la diseminación de contenidos con diferentes tipos de recursos”, señala.
Así, por ejemplo, Hungry Clipper (de pago en Android y Apple) enseña por qué es importante cuidar las manos, mezclando recursos como el sonido de un cortaúñas, imágenes de manos sucias y limpias, así como animaciones del proceso de lavarlas. “Es importante fijarse en la valoración y en los comentarios de la aplicación para que los usuarios lo usen como guía al buscar entre tantas aplicaciones disponibles”, aconseja Concha. Por su parte, Trinidad Castro recomienda “buscar aplicaciones en que las actividades o juegos tengan distintos niveles de dificultad, según la edad del niño. De este modo, en la medida que va aprendiendo y avanzando, puede acceder a desafíos cada vez mayores”.
Ambas señalan que si bien las aplicaciones móviles son útiles, estas siempre deben entenderse como un complemento y no un sustituto de la enseñanza formal del día a día.
Fuente: El Mercurio (Chile).